Los viajes en avión y el primer día en Japón!

Llegamos al aeropuerto con el tiempo justo y por supuesto tuvimos problemas. Me faltaba uno de los papeles para dar de alta mi pasaporte italiano en USA y la única forma de arreglarlo era haciendo un trámite por internet que iba a tomar más tiempo del que teníamos. Así que perdimos los vuelos... se podrán imaginar el estado de mis nervios en ese momento, por un instante nos habíamos quedado sin viaje, y todo por no llegar con tiempo al aeropuerto. Así que cuando les digan que tienen que estar con 3 horas de anticipación en el aeropuerto háganle caso a esa gente sabia, por algo lo dicen.
Al final hice el tramiterío necesario, conseguí el permiso y la chica de American Airlines nos anotó en el siguiente vuelo a Miami, (el original iba a Dallas y después a Narita), en nuestro nuevo itinerario se sumó una escala más. De Miami nos tomamos un avión a Chicago y de ahí sí a Japón.

Germis en el aeropuerto esperando el embarque al vuelo a Chicago.

El viaje Bs. As -  Miami no estuvo del todo mal, aunque nos dieron los asientos del fondo de todo que casi no se reclinaban, tenían las pantallitas de tv personalizadas donde podés elegir que película mirar y eran todas bastante nuevas. Terminé mirando Karate Kid y la última de Adam Sandler n.n Dormirse fue un gran problema, estábamos muy incómodos y por estar al fondo teníamos los baños al lado y de vez en cuando había olores no muy felices.
En Miami tuvimos un tiempito para dar un par de vueltas por el free shop y me compré un par de chucherías inevitables! Empecé con una revista de cine británico llamada Empire, pero después me quedé con las ganas de la de Glee! Y obviamente una vez que la dejás pasar después no está en ningún lado, en el último local de Hudson News del aeropuerto de Chicago (visité como 7) la vi y me la compré de una! Y Germis se compró la edición especial de New Moon que estaba en oferta, tiene un packaging re lindo y viene con un collar n.n

(Mani!! Conseguí las chipsahoy!)

Pasamos por un Dokin' Donuts y como había hambre nos compramos una dona cada uno. Debo admitir que son más ricas que las de Wallmart!

El viaje de conección a Chicago fue super tranqui, el pesado fue el de Chicago a Narita... nos dieron muy buenos lugares, en la primera fila de los económicos que tiene el doble de espacio para estirar los pies, pero al lado mío se sentó una familia de chinos con un bebé que lloró durante todo el viaje, me pegó patadas y me volcó una lata de coca en las botas nuevas >.< El viaje se hizo de goma dormí apenas 2 horas, pero finalmente llegamos a Japón!!!
El aeropuerto tiene los trenes para ir a Tokyo bajando una escalera, así que no tuvimos dificultades para encontrarlo, el problema fue que no entendimos donde se tomaban y nos perdimos el tren... que era expreso (pasa cada media hora) y tiene los asientos reservados. Como era de esperarse me puse re nerviosa de nuevo, trataba de explicarle el problema a los agentes pero no me entendían nada, así que con un poco de miedo nos subimos al siguiente tren y nos sentamos en cualquier lado, y yo todo el tiempo pensaba que en cualquier momento llegaba el dueño del asiento y se me armaba una escena! Por suerte eso no sucedió, viajamos tranquilos en un tren de lujo, muy limpio y cómodo, con un sector especial para poner valijas ^_^
Tienen unas pantallas en la parte de adelante donde te explican todos los procedimientos del tren y cuanto falta para cada parada con mapitas y hasta te ponen el pronóstico del tiempo de toda la semana en todo Japón! (aparece en japonés, inglés, koreano y chino, es super friendly!) Teníamos que hacer una combinación con el metro y un señor re canchero que hablaba inglés nos supervisó durante todo el viaje. Este fue nuestro primer encuentro con la gentileza japonesa.

En la puerta de la estación de Omori.

Se imaginarán que estábamos muertos y hedíamos bastante después de 1 día y medio de viaje y soñábamos con llegar al hotel a darnos un bañito, pero nada es fácil en la vida de un turista. Eran las 6 de la tarde y ya era de noche, caminamos casi durante 2 horas hasta encontrar el hotel, por momentos pensé que el hotel no existía y que nos habían vendido un buzón por internet. Es muy zarpado lo mal señalizadas que están las calles en Tokyo, directamente no hay carteles con nombres de calles, y ni los mismos japoneses tienen idea de donde están las cosas. Pasamos por muchas personas (todas siempre muy dispuestas a ayudarnos, de hecho un señor mayor nos vio tan perdidos que se acercó él solo) una madre con su hijita de jardín de infantes, un médico (o eso parecía) con un niño, el abuelo antes mencionado, una señora que se metió a un restaurant porque ella no podía ayudarnos y salió la chef de detrás de la cocina a mirar nuestro mapa (una grande!), dos amigas esperando que cambiara el semáforo, un pibe fumando en una esquina y una señora en bicicleta, uf! Con las indicaciones de todas estas personas llegamos al hotel, le haría un monumento a la señora en bicileta, de no ser por ella seguiríamos merodeando por quien sabe donde, ella nos acompañó hasta la puerta del hotel y buscamos por dos cuadras! Realmente los japoneses son las personas más hospitalarias del mundo! (aunque no sepan señalizar las calles...)

Hay miles de bicicletas en todas las cuadras y ninguna tiene cadena, un peligro con argentinos dando vueltas! =P

Después descubrimos que el Hotel (Sunroute Patio Omori), tenía otra entrada que da a una avenida por donde habíamos estado caminando antes, jaja. La habitación es extra chiquita, todo entra con el mínimo espacio necesario, pero está limpia así que no me quejo.

La cama está pegada contra la pared! Nunca había visto eso en un hotel.

Probablemente a nadie le interese, pero no podía no agregarlo, el inodoro se llama Toto!

Después de bañarnos, nos dimos cuenta que no podíamos enchufar nada porque tienen los enchufes de patitas rectas como en USA. En realidad ya lo sabíamos, y yo busqué en Cap. Fed los adaptadores para esos enchufes pero como no existen en Argentina no los fabrican y acá como no consumen cosas nuestras tampoco los tienen. Eso significaba no tener compu (porque se le acabó la batería en el avión) ni wifi gratis... por suerte Germis se las ingenió y modificó uno que compramos en el shopping que tenemos en frente, Ito Yokado. El shopping es de ensueño, y es lo que me ayuda ahora a caer que estoy en Japón. Tiene 3 pisos enormes repletos de cosas preciosas. No se imaginan la cantidad de artículos cute que hay, no tienen fin y quiero todo! Vi zapatos re baratos también (a $100) muy lindos y ropa requete canchera y carísima. Fui fuerte, no me compré nada. Solo el adaptador y una calculadora para hacer las conversiones. Me gustaría visitar un poco más antes de enviciarme con lo primero que veo, porque el shopping está a media cuadra y no se va a ir a ningún lado, y quizás en otros barrios dedicados a la venta tengan mejores precios.

Por qué los stickers son tan adictivos?? Había algunos que venían con cadenitas re lindas! Pero se me hacen muy caros... 

Es la cartuchera más peluda y encantadora del mundo.

Había cantidad de cosas de anime también!

Como para que no los quieras tener con esa presentación!

El germis en la entrada de los videojuegos. No nos metimos porque seguro terminábamos jugando a algo.

Happy Bath existe! Kath no nos engañó.

Bueno, eso es todo por hoy, estoy re cansada, pero no quería dejar esto sin hacer, el germis ya me abandonó hace como una hora, y hasta estuvo hablando en sueños, jaja!
Mañana planeamos levantarnos temprano e ir a Shinjuku y Shibuya.
Un beso grande a todos!!!!